Poema de Olimpia Bordes
LA ESTATUA
El Tiempo me dibuja, me inventa, me diseña
imperceptiblemente va tallando mis sienes.
Soy piedra palpitante que tiembla y se estremece,
soy arcilla impotente que se amolda en sus manos,
soy arena en el viento,
soy figura imprecisa que se pierde en las sombras
por senderos inciertos.
Encadenando días,
edificando edades,
en la intrincada y ardua tarea de cincelarme,
mezcla máscaras crueles y espejos implacables.
Escultor empeñoso, incansable, constante,
hacedor de esculturas que viven y que sueñan,
con cinceles de auroras y retoques certeros,
intenta imperturbable, pausado y laborioso,
esculpir el modelo que atina su capricho.
Será como un designio,
será un soplo imprevisto,
será el cenit perfecto de la obra soñada.
Me mirará de lejos, me juzgará inflexible,
me cubrirá de blanco,
me vestirá de nieve
y entonces seré estatua estática y desnuda,
sin pudorosos velos que oculten mis verdades,
y entonces seré estatua erguida en el silencio,
sin mirada en los ojos, sin sonrisa ni aliento,
hasta que se marchiten las rosas del otoño,
hasta que el Tiempo mismo decida deshacerme
y derrumbe la vana columna malograda.
Entonces... impiadoso, siniestro, terminante,
me lanzará al olvido,
me esparcirá en el éter,
me esfumará en la nada.
© Olimpia Bordes
Foto: Gustavo Tisocco (Jardín Botánico de Buenos Aires)
4 Comments:
La muerte como una fábula de piedra y barro...
Buen poema.
Un abrazo Olimpia, Gus...
" Esculpir el modelo que atina su capricho " . . . resumen de este poema prodigioso.También el ser humano quiere esculpir modelos a su antojo en otros seres humanos y luego olvidarlos.
MARITA RAGOZZA
Tu poema tiene la profundidad de sentido y la perfección de la factura que te son propios, Olimpia. Creo percibir una cadencia musical que me conmueve siempre en vos.
Un beso grande
María Rosa León
David Antonio Sorbille dijo...
Estimada Olimpia, su poema tiene la magia imperecedera de las obras perfectas. Un gran saludo.
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