Poema de Rubén Derlis
caminaba pensando en vos, distraído en tus ojos,
asombrado con tu parecido a algunos versos de Prévert,
cuando tropecé con tu alegría,
me llevó por delante con su esperanza;
apenas salvé al corazón de caer al suelo
pero no pude hacerlo con la caja de lluvia
que me había regalado para regalarte:
se derramó sobre el vestido de la tarde.
Ahora te espero con las manos llenas de sol
–fue cuanto pude juntar, apresurado–
que te daré no bien llegues
en el tren de las dieciocho doce.
Foto: Gustavo Tisocco (Jardín Botánico de Buenos Aires)
3 Comments:
Delicioso poema Rubén que me suena a magia...
Un abrazo Gus.
Amigo poeta:
me barece bello, delicado, de un fervoroso lirismo su poema.
Saludos cordiales:
Rosa maría Sobrón
Bellísimo y conmovedor tu poema, Rubén.
Gracias por compartirlo con nosotros.
María Rosa León
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