Poema de Rubén Derlis
AVE FENIX
Este día es igual a esa silla vacía
que, inmóvil, espera una presencia que no llega.
Es una superposición de espejos
en el rincón oscuro del cuarto más cerrado.
Es un basta que se intenta último
pero se diluye en la mañana.
La noche, que se supone interminable,
pierde su eternidad en cada amanecer
cuando el sol les desfleca sus azules profundos.
No se muere.
Se renace en el alba de las propias cenizas.
© Rubén Derlis
2 Comments:
Bello poema Rubén, metafórico y mágico.
Un abrazo Gus.
La magia en estos versos de una belleza excepcional.
Mi admiración!
Verónica Curutchet
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