Poema de Mary Acosta
ACROBACIA SALMICA
Atardece en mi,
ante el desnudo audaz de los espejos.
Desgrano la penumbra hambrienta
vistiendo un traje de epílogo,
sobre la fina piel gastada,
que expulsada en siete gritos
desarma cóncavos domingos de abril.
Detrás del músculo agotado,
la acróbata libélula
confabula el vuelo,
en mitad del geodésico instante,
inventando el hálito de Dios resucitado.
©Mary Acosta
4 Comments:
Como renacer en el día a día así lo sentí.
Bello Mary.
Un abrazo Gus.
Querida Marita:
Vuelcas tu sentimiento en el poema
Me gusto mucho!!!
Sigue siempre así Amiga.
Cariños Ana María
Como siempre, Mary, encontrarte y leerte es un placer.
Un beso grande
Maria Rosa Leon
Fantástico poema. Lírica exquisita, imágenes sobrecogedoras. Un verdadero gozo. Gracias
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