Carta para Eduardo Blues Villalba
Para mi amado Edu:
Yo soy María José la compañera de ruta de Eduardo, esposa y madre de su único hijo Lucas, no poseo el don de la palabra que tenía él pero agradezco las palabras que todos los docentes, poetas, músicos y amigos han vertido sobre su persona.
Eduardo era un excelente esposo, un padre ejemplar y docente de alma con 25 años de servicio en el ámbito municipal, desempeñandose actualmente como secretario de escuela y con proyectos de tomar una vicedirección.
No hay ninguna duda que Eduardo era un buen tipo, un hombre pacífico que odiaba los conflictos, que siempre mediaba para resolverlos y siempre tenía las palabras de aliento y fuerza para los que se encontraban caídos.
El día 26 de Septiembre mi esposo fue una víctima más de la inseguridad que nos acecha, el fue asesinado de tres balazos en la cabeza en el pallier de nuestro departamento.
Sí, desafortunadamente es así, lo fusilaron por unos pocos pesos y por negarse a entrar a mi hogar donde me encontraba esperandolo con mi hijo.
"Duardo" como yo te llamaba, se que hiciste honor a la frase "soy un puma" por la forma en que nos protegiste, pocas personas en este mundo tienen tu hombría y dan una demostración tremenda de amor total como la que nos dejaste.
Esto es lo que nos va a impulsar a mí y a tu hijo a seguir en esta tierra pero con un agujero enorme en nuestros corazones.
Nos queda la calma de saber que estas con Dios, con tu madre y tu padre y que nos estas preparando nuestra habitación celestial para que los tres vivamos eternamente juntos.
Quiero que sepas que mientras viva y respire yo y tu hijo vamos a pedir justicia por lo que te hicieron inmerecidamente.
Maria Jose
13 Comments:
María José desde acá un abrazo enorme a vos y a los tuyos.
Eduardo era un ser humano como pocos, lamento muchísimo lo que le pasó, lamento muchísimo este país que se viene abajo.
Un abrazo, reitero, enorme para ustedes.
Gus.
Palabras talladas con la mano del amor comprometido, palabras completas, valientes, aseguradas en el trampolín hacia el arrojo donde la admiración, el respeto y la comunicación amplia todo lo puede. Desgarrador es leerte, consolador repasarnos en tus palabras. Sea este abrazo inmenso el sello del apoyo incondicional y compañía, sensiblemente, Fanny
Palabras talladas con la mano del amor comprometido, palabras completas, valientes, aseguradas en el trampolín hacia el arrojo donde la admiración, el respeto y la comunicación amplia todo lo puede. Desgarrador es leerte, consolador repasarnos en tus palabras. Sea este abrazo inmenso el sello del apoyo incondicional y compañía, sensiblemente, Fanny
Estimada María José:
En momentos como estos insistentemente me arriesgo a pensar que las palabras, incluso para aquellos que las trabajamos y con cierta omnipotencia pretendemos dominarlas, están de más. Es aquí donde el Silencio se trasnforma en nuestro punto de apoyo: un Silencio amable, incluso de los que no conocemos, como es mi caso.
Un afectuoso cariño desde Terra Australis
María José, no te conozco ni me conoces pero en el dolor nos aunamos todos los que tenemos amor en el corazón. Sin palabras, sólo un enorme abrazo y un beso.
OLIMPIA BORDES
María José>:
esta historia tuya, trágica, está volviéndose común en el día a día de nuestro país.
Te deseo toda la fortaleza del mundo para que tu lucha no encuentre escollos y pueda establecer la justicia.
Miles y miles de abrazos.
Perdón Gustavo por invadir tu espacio, pero quise unirme a tu congoja.
Saludos
María José;
Las palabras en estos casos, son inservibles, ásperas, fangosas, resbaladizas pero hay un Dios, el mismo que les dará a la familia las fuerzas necesarias para enfrentar la lucha por justicia es el mismo Dios que haré paguen por lo que han hecho.
No olvides que la vida quita pero también da y algo que solo podrá definir el tiempo, algo de todo esto será para bien.
Un abrazo.
Liliana Chavez
Que tu pedido de justicia encuentre respuesta y traiga algún consuelo a tu corazón.
Un abrazo, grande, cálido, de abrigo, de sostén. Con todo mi amor.
María José, tu valentía te acompañará en esa lucha y Eduardo tendrá justicia.
Un abrazo desde mi corazón y mi acompañamiento.
Elisabet Cincotta
Me siento muy unida a tu dolor y se que el amor de Eduardo nunca te va a abandonar, como no nos abandona a ninguno de sus amigos. El siempre estara vivo entre nosotros y seguira dandole sentido a nuestras vidas y a nuestra poesía.
Te mando un beso grande
Maria Rosa Leon
Los pacifistas mueren en manos de la violencia. No tengo palabras. Acompaño con dolor, bronca, respeto y ansia de justicia.
MARITA RAGOZZA
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