Poema de César Vásquez López
CANTO IV
Pájaro hacedor de enigmas
en la siembra de tus valles
viertes el espíritu del agua...
Savia redentora esparces
cual celeste diluvio.
Semillas que germinan
como raíces del mediodía.
En penumbras del invierno
Inmortales árboles:
esperan el milenio del Hijo.
En un crujir, hojas secas
perecen:
en los fuegos del Averno.
Justificadas por la sangre del Cordero
blancas simientes recitan parábolas del Himno.
Pepitas del Sol
al cielo ascienden
como ramas del Verbo.
resplandecen heraldos
en la aurora de tus valles.
En un temblor del alba
Zadkiel encadena ángeles de Satán:
arrojado al eterno fuego el cóndor Azazel.
Por mil años de tinieblas
moribundo el dragón Lucifer
En la oscuridad de la tierra
resucitan semillas salvas:
semejan heraldos glorificados en vida.
Pájaro hacedor de enigmas
el Paraíso terrenal:
es la ofrenda de tus valles.
© César Vásquez López
2 Comments:
Bello y místico poema donde la creación es fuego y sombras.
Un abrazo Gus.
Bellísimo tu poema, César. Una recreació de esa cosmogonía, tan eterna y tan nueva como la vida misma.
María Rosa León
Publicar un comentario
<< Home