Poema de Eduardo Quintana
Despierta Asunción
El Sol es quien temprano ya calienta
tus calles pequeñas, pero grandes de historia.
Son tus sombras nocturnas, fieles
a
Oh, bella Asunción, ¿quién te ha herido?
¿Será acaso el frío invierno que deshecha tus
aromas tranquilos?
¿Será tal vez el tiempo, a veces inexistente
que juega con el delirio, las épocas templadas,
el futuro acelerado?
Te has quedado dormida, yo, que soy tu hijo
te lo digo: las bestias han quitado tu color, esas mágicas melodías
de los sábados.
(Como una noche sin luces, como
un banco sin enamorados)
Tu esencia, oh ahora triste Asunción,
sigue viva, me lo ha dicho el tiempo,
que siempre fue tu fiel compañero,
me lo han dicho los lapachos,
que en un otoño cualquiera,
en tus pies han nacido, feliz quedaron
al poder sentirte y que seas parte de ellos.
¿Tendría sentido un atardecer sin ti,
sin tu piel acogedora, que estés cerca y yo lejos?
El río me ha confesado, no quiere perderte,
los pequeños cerros, no desean arrancarse.
Y, yo, oh eterna Asunción, que me haces
feliz, no puedo quitarte ya de los latidos de mi pensamiento.
Despiértate, iremos juntos a un nuevo suelo.
Hoy es nuestro día.
Oh, sabia Asunción mía.
2 Comments:
Bello homenaje a tu hermoso país.
Aunque esté triste sigue siendo maravilloso.
Un abrazo Gus.
Bello canto de amor a la tierra y a la vida, Eduardo.
Un cariño grande
María Rosa León
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