Poema de Alberto Destéphen
Cruces de dolor en mi pecho,
lucha de pasiones.
Tengo noches de lujuriosos declives
en las que sepulto mis penas.
No he de contener
la soberbia de mi tristeza.
Veo la claridad que se escapa
y mi furia de candado cerrado
abre cráteres solitarios.
Cabalgo en los horizontes de las sombras,
de mi espalda cuelgan las serpientes
de las que aprendo sin miedo.
Estas son noches frías y tenebrosas
y hago de la nostalgia
un sacerdocio nocturno.
2 Comments:
Renacer pese al dolor, ser uno pese a todo.
Buen poema/reflexión.
Un abrazo Gus.
La nostalgia como sacerdocio nocturno, al igual que la poesía, Alberto, aparece en tu bello poema.
Un cariño grande
María Rosa León
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