Poema de Elena Cabrejas
SEÑALES DE LOS DÍAS QUE LLEVO AMÁNDOTE
En mi sangre nacen todos los pájaros
cuando golpea la luz de tu rostro
con su tambor de gallos enloquecidos.
El viento cruje en el desierto que extiendes
cada vez que me dejas
y me da de beber el oasis de tu regreso.
Me he vuelto arena cuando tus peces llegaban
danzando sobre mi cauce.
Obstinadamente mis manos te escriben
con sus relámpagos alzados
hacia el único espacio de tu memoria.
En mi cuarto, la noche pasa descalza
para que continúe soñándote.
© Elena Cabrejas
4 Comments:
Y en ese sueño el maravilloso amor...
Un abrazo Gus.
Bellísimo tu poema, Elena, y con ese final de antología: "En mi cuarto, la noche pasa descalza / para que continúe soñándote."
Un cariño muy grande
María Rosa León
La tormenta de un amor pertinaz
sacude tus ventanas y fulgura
en tus dedos mientras escribes.
Felicitaciones Elena
Elisa Dejistani
Es difícil escribir un poema de amor y ser original. Se ha escrito tanto! Usted lo ha logrado. Felicitaciones
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