Poema de Cristina Pizarro
PRESENTE ETERNO.
.....Yo dibujo estas letras
..... como el día dibuja sus imágenes
..... y sopla sobre ellas y no vuelve.
..... Octavio Paz, "Escritura" de Ladera este.
Negros ojos miraban lo infinito
manos trizadas entre tinieblas
pies cubiertos de sandalias de nácar.
La mujer de agua
caminaba por calles estrechas
viendo girar en su mente
las acechanzas
las trampas.
Sólo sabe que detrás
nunca hay nada.
Desde el vértigo de las alturas
la memoria se arremolina
y descubre que desde hace siglos
llueve polvo inmundo.
Las paredes se agrietan.
Hombres y mujeres duermen sobre ladrillos rotos
y se cubren con desechos de otra vida.
Los árboles y las piedras
son el tiempo
sostenido
por los rojos muros
de la tarde.
Esa mujer detenida
sobre el abismo
hipnotiza la orilla de un río inaccesible
en las playas lejanas.
El agua es fuego
en las horas encandiladas.
Y la amazona espectral
atraviesa el nido de los pájaros
y goza el aire, las flores y el agua
en jardines de inigualable geometría.
El verdor de los nombres
se estampa en la piel.
Desde el principio
el tornasol estalla en la ventana.
Sobre una colcha de seda escarlata
yacen los cuerpos desnudos.
Y en los campos negros
mueren los soldados.
La mujer transparente hurguetea
tras los montes
y vive en la tempestad.
Las olas rozarán la orilla
y cubrirán de espuma los cuerpos abandonados.
El deseo escondido entre sus alas solitarias
perpetuará en el desfiladero.
Aunque la sangre borbotee en sus puños
su cuerpo de agua fluirá en el cosmos
y eludirá a las bestias.
Perdidos en sus cuerpos
acaso sabrán
a dónde han ido.
Cae el universo.
Se oye
... el latir de las palabras.
© Cristina Pizarro
3 Comments:
Y esa mujer de agua vive, es poesía entre tus letras.
Un abrazo Gus.
¡Qué maravilla tu poema, Cristina!
Me parece oír el latir de las palabras por sobre la caída del universo.
Un beso grande
María Rosa León
¡Excelente!
Un gran abrazo
Cecilia Ortiz
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