1.12.07

Poema de Héctor Berenguer


Tía Doris


Quizás navegando
esas aguas sin nombre
en el cotidiano Leteo
de los olvidados
de la otra orilla.

Por un instante oigo
el misterio de tu voz
que se vuelve ingrávido
y danza …
como danzan los hombres lejanos
de la macronesia
junto al dibujo
de las grandes estrellas.

No hay orden en las cosas posibles
sólo quedan pequeñas islas de lenguaje
............................................ deslumbrado
y la improbable impresión
de haberte conocido
en un cara a cara
junto a tu pedagogía
......................... nada más.
Uno se embriaga de esos venenos
................................. que no matan
pero señalan la caducidad del tiempo.

Hay una fotografía
donde serás siempre Ingrid Bergman,
mientras duerme, inmaculada,
tu máquina de coser,
los viejos libros relídos
y algunas ropas limpias
.......................... olvidadas.

© Hector Berenguer

4 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Bello y metafórico poema Héctor, gran homenaje.
Un abrazo Gus.

1.12.07  
Anonymous Anónimo said...

Héctor: Creo que todos hemos tenido alguna de esas tías divinas cuyo recuerdo nos visita de tanto en tanto. Pero no todos hemos escrito ese bello homenaje como el de tu poema.
María Rosa León

2.12.07  
Blogger Avesdelcielo said...

Una querida presencia que no es visible en el mundo físico, y sí llega con el recuerdo. Por eso, qué bien dicho " embriagrase con los esos venenos que no matan, para vencer a la caducidad del tiempo ".
MARITA RAGOZZA

2.12.07  
Blogger Dejistani Elisa - Directora y Diseñadora del blog said...

Tus poemas crean un clima de nostalgia y sabiduría, en él,
el silencio es música.
Felicitaciones, Eli

5.12.07  

Publicar un comentario

<< Home