22.2.08

Poema de Jorge Boccanera


EL PELUQUERO

Asentaba navajas en un listón de cuero,
porque era su trabajo arrancarle a los rostros sus
animales muertos.
Hacía barba y bigote para el espejo atestado de
gente.
Su navaja pulía aquélla superficie,
rasuraba los rostros del espejo y haciendo su
trabajo
afeitaba al espejo ?

Era más chico que un tarro de gomina Brancato
mi abuelo,
por una cabeza más alto que la muerte.
Invitaba al cliente sacudiendo una toalla
y el cliente ocupaba aquél sillón Dossetti de
madera
y entraba en el espejo.
El estilista hablaba solamente con su tijera
y cuando ella por fin tenía la lengua despegada hacia un lado
el decía: «servido».

Mi abuelo maquillaba al espejo con estrellas de
talco y usaba un pulcro saco blanco.
La muerte-que también es prolija- le envidiaba
su colección de peines.

Un día la muerte, que hojeaba una revista
deportiva, dijo: «me toca a mí».
Y ocupó aquél sillón, despatarrada y con un
remolino en la cabeza.
«Tiene un pelo difícil», dijo sin voz mi abuelo.
Después, la muerte asentó su navaja y haciendo
su trabajo, rasuraba al espejo ?
El peluquero se marchó bajo un cielo cualquiera
con estrellas de talco.
El espejo se pasó la mano por la cara afeitada,
suave, como un recién nacido.

© Jorge Boccanera

7 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

La muerte en una metáfora interesante.
Un abrazo Gus.

22.2.08  
Blogger María Rosa León said...

Excelente pintura de un pasado y una infancia que vuelve en el recuerdo de sus personajes y de los seres que ya no están.
Un cariño grande
María Rosa León

22.2.08  
Anonymous Anónimo said...

Un texto qu va hilando pequeñas perlas con tiernos recuerdos.
Realmente maravilloso
Gaby Delgado

25.2.08  
Anonymous Anónimo said...

UN PLACER LEER ESTE POEMA
LLENO DE IMÁGENES Y DE ÈPOCA
ANAHI

26.2.08  
Anonymous Anónimo said...

Colega: pintura de un tiempo no muy lejano y en algún momento aún vivido. Qué sutileza la de la muerte, esconderse en una revista hasta poder hacer su trabajo de peluquero, habiendo achicado la guadaña, esperando pacientemente -como suele hacerlo- para hacer su último pero eficaz trabajo. Genial!!! Laura B.Chiesa.

27.2.08  
Blogger Avesdelcielo said...

Una fábula con hondos mensajes y efecto encantatorio, tan difícil de decir en un poema. Felicitaciones.
MARITA RAGOZZA

29.2.08  
Anonymous Anónimo said...

"Mi abuelo maquillaba el espejo con estrellas de talco..." magnifica evocación para un gran poeta... Maria del Mar Estrella

29.2.08  

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