Poema de Roxana Palacios

juntos

juntos eran bloque
y eran horas
eran labios y eran vientre
y la transparencia de los huesos y del sueño en un camino sin huellas y el sonido

eran la figura del recuerdo en el momento justo de la imagen
con todo el derrumbe y el vestigio de los cuerpos que rodaban así
entre voces baldías de los otros que juzgaban y juzgaban a todos los que fueron
evidentes

juntos eran tierra y eran bosque
eran música mezclada en el lenguaje para volver a nacer pegados de los párpados
eran la distancia sin retorno de un espacio que buscaba entre lo anónimo y lo absurdo
sin pensar en otra cosa que la luz
sin saber si caminaban porque el brazo de la sangre está y se alarga y se retuerce entre
dos puntas aunque no recuerde más que risa o una carta o un papel donde coincidan lo blanco y lo confuso

eran la plegaria que gotea entre las manos
eran la barbarie y la poesía
la sustancia del opuesto navegando entre el cielo y la vigilia
la lectura que emplamaba la fuente con el agua

y claro
el eco del sendero puede hundirse sin reconocer el comienzo de la niebla
sólo callando entre dudas tormentosas que protegían el instante tan áspero tan suave

y claro
tal vez no fuera más que una mínima señal

lo necesario era atreverse a creer porque el tiempo es invisible y viene en ráfagas
violentas
porque juntos eran otras veces y otras ganas
ni escape ni sordera
ni gestos reducidos de tamaño

juntos eran llamado incesante y despedida
el misterio en sus orillas con un soplo de los dioses en las venas

sin embargo el incendio en las verdades de la piel
desorienta los dominios del sentido como tantas veces
como tan pocas veces

ahora la lluvia recorre los andamios más ardiente y más ávida que antes
el silencio en su máscara de seda

ahora como siempre completamente solos

nadie vuelve entero de los viajes sin límites

© Roxana Palacios