20.3.08

Poema de Bibi Albert


BIBITA LA DIFÍCIL

Apretaba los bifes -aparato infernal-
hasta dejarlos grises, como hostias vencidas.
Mamá, malinformada como todos entonces,
me daba su inútil elixir, muy convencida
de que me daba vida en cucharadas.

Yo feliz. Saboreando la nada,
ahorrándome el disgusto
de lidiar con grasitas, nerviecitos,
caquitas y melindres,
consentida hasta el pecado,
menuda como una muestra gratis,
sin ocupar espacio en bancos de colegio,
ocupándolo todo en el afán del miedo.

La nena no comía.
Sería mi manera de volver a ser reina,
después de destronarme mis hermanos
que tenían el changúí de ser varones.

Tirada en un sillón, atravesada,
revoleando las piernas por encima del brazo,
escapada del orden de la mesa,
me dejaba mimar por ese jugo
de carne delicioso como almíbar salado
que nutría solamente las conciencias.

El sabor del capricho, de una infancia
que ahora y sólo ahora
rememoro dorada.

Me relamo del gusto de saber dar las gracias:
proteínas del alma
que mamá, sin saberlo, preparaba.

© Bibi Albert

4 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Magnífico poema repaso de vida, tú vida...
Bello.
Un abrazo Gus.

20.3.08  
Anonymous Anónimo said...

Bibi;
es un gusto leer este poema que manifiesta parte de tu infancia.
aqui junto a claudia gustamos de este bello poema.

SANTOAMOR

20.3.08  
Blogger María Rosa León said...

Bellísima evocación de esa edad de oro que cuesta tanto dejar atrás y de los que nos marcaron de afecto, Bibi. Me encantó tu poema, como siempre.
Un beso grande
María Rosa León

20.3.08  
Anonymous Anónimo said...

Bibí, incomparable tu estilo, maravilloso. Reminiscencias de la infancia asociadas a detalles y a sabrosos bifesitos,,,,Buenísimo.
Un beso

OLIMPIA BORDES

21.3.08  

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