18.3.08

Poema de Verónica Andrea Ruscio


Escrito en el barrio de Belgrano

Me gusta el fresco de las plazas
a la noche.
Sentada en un banco,
me abandono en esta humedad verde
casi negra.
Si no pasan autos,
por un momento me siento
asustada
y soy Caperucita
a la espera del lobo.

Sí, me gusta esto. Pero
los bosques ya no son lo que eran antes.
Hoy el hombre los ha domesticado.
Y las bestias pasean con correa,
el lobo pide su paseo diario.

Sin embargo, el fresco
este fresco que penetra y cala huesos
sigue intacto, indómito y eterno,
sigue virgen en el verde de los árboles.

© Verónica Ruscio

7 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Mantenerse intacta pese a las pérdidas...
Bello poema.
Un abrazo Gus.

18.3.08  
Anonymous Anónimo said...

¡Gracias, Gus! Me gusta mucho la imagen que elegiste para ilustrar mi poema.

Saludos.

Verónica

18.3.08  
Blogger Fanny said...

Hay cosas-por suerte- que se hacen perennes: cuentos de caperuzas que nos permiten mantener viva la esperanzas de niños cuando la vida y sin indulgencia nos hace adolecernos en el marco de nostalgias y de pena tras una plaza cualquiera y sentad@s donde toma descanso nuestro fantasma, esperando, esperando...
Sensiblemente, Fanny

19.3.08  
Blogger María Rosa León said...

Esa parte hermosa del paisaje urbana: las plazas y todo lo que evoca la noche con lo único que persiste: el aire fresco.
Muy bella pintura, Verónica.
Un cariño grande
María Rosa León

19.3.08  
Anonymous Anónimo said...

Bella descripción. Me duele un poco, a mí, que vivo casi en el campo. Vaya con mi abrazo toda la frescura y el verde noche de mi patio.
Alicia Perrig

21.3.08  
Anonymous Anónimo said...

me gusta tu poema tan franco y tan innato como el honbre que no entiende que sus dedos destruyen y no costruyen pero aquel que piense como voz talvez costruya algo lindo para que algien viva en ese sueño en ese sueño incomprendido

24.3.08  
Anonymous Anónimo said...

¡Muchas gracias a todos por sus comentarios!

Verónica

2.4.08  

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