Poema de Verónica Andrea Ruscio
Escrito en el barrio de Belgrano
Me gusta el fresco de las plazas
a la noche.
Sentada en un banco,
me abandono en esta humedad verde
casi negra.
Si no pasan autos,
por un momento me siento
asustada
y soy Caperucita
a la espera del lobo.
Sí, me gusta esto. Pero
los bosques ya no son lo que eran antes.
Hoy el hombre los ha domesticado.
Y las bestias pasean con correa,
el lobo pide su paseo diario.
Sin embargo, el fresco
este fresco que penetra y cala huesos
sigue intacto, indómito y eterno,
sigue virgen en el verde de los árboles.
7 Comments:
Mantenerse intacta pese a las pérdidas...
Bello poema.
Un abrazo Gus.
¡Gracias, Gus! Me gusta mucho la imagen que elegiste para ilustrar mi poema.
Saludos.
Verónica
Hay cosas-por suerte- que se hacen perennes: cuentos de caperuzas que nos permiten mantener viva la esperanzas de niños cuando la vida y sin indulgencia nos hace adolecernos en el marco de nostalgias y de pena tras una plaza cualquiera y sentad@s donde toma descanso nuestro fantasma, esperando, esperando...
Sensiblemente, Fanny
Esa parte hermosa del paisaje urbana: las plazas y todo lo que evoca la noche con lo único que persiste: el aire fresco.
Muy bella pintura, Verónica.
Un cariño grande
María Rosa León
Bella descripción. Me duele un poco, a mí, que vivo casi en el campo. Vaya con mi abrazo toda la frescura y el verde noche de mi patio.
Alicia Perrig
me gusta tu poema tan franco y tan innato como el honbre que no entiende que sus dedos destruyen y no costruyen pero aquel que piense como voz talvez costruya algo lindo para que algien viva en ese sueño en ese sueño incomprendido
¡Muchas gracias a todos por sus comentarios!
Verónica
Publicar un comentario
<< Home