Poema de Graciela Caprarulo
y caían lo muertos
como cae el follaje de los árboles
en la antesala del invierno
y los sueños fueron armas en nuestras manos
una plegaria dolida
para que algún dios viniera
a coronar la rebelión del justo
creíamos en los amaneceres
en los libres del mundo
en la virtud del pan
en la bienaventuranza
creíamos en el abrigo de los brazos
en la nobleza del vino
en el final del hambre
pero el día llegó
en que deshabitamos los sueños
los árboles estaban raídos
esquivos a toda primavera
tuvimos que emigrar
hacia otra nueva fundación del día
el paraíso está repleto de inquilinos
gente que supo ayunar de los placeres
y elevar sus oraciones antes de la ingesta
somos los desterrados
al oriente del mundo
vemos nacer el sol cada mañana
© Graciela Caprarulo
9 Comments:
Maravilloso poema Graciela donde irse a veces nos salva o no...
Un abrazo Gus.
Excelente, Graciela, este manifiesto de quien está "Al este del Paraíso".
Osvaldo Rossi
Graciela: la lucha, el descreimiento, el exilio, por eso el mundo está lleno de inquilinos, incluyendo el paraíso. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Muy bello tu poema, Graciela.
Siempre es un placer encontrarte y leerte.
Mi afecto y admiración
María Rosa León
seguramente los inquilinos de paraíso sean los del "clan de la cicatriz", y seguramente tambien seguirán empuñando sueños en sus manos
muy buen poema y sobre todo celebrada tu reaparición por el blog
un cariño grande a la querida cabrita
Alfredo Palacio
Magnífico poema. A pesar de todo, el último verso es un canto a la esperanza. "vemos nacer el sol cada mañana" Gracias
Alicia Perrig
Graciela, muy buen poema,deshabitar los sueños duele pero como todo en la vida nada es tan definitivo, es un vaivén, un péndulo que danza entre horizonte y origen. Un abrazo.
Liliana Chavez
Graciela; este poema grita desde la desolación, desde metáforas que tienen la fuerza de una denuncia con historia.
Es cierto que a veces, la belleza duele, lo he comprobado con tus versos.
Cariños,
Graciela Bucci
Dicen que quine vive de sueños, muere de realidades. Lo ilusorio de aquellos que soñamos, hace que recorramos un camino incierto, pero siempre, en algún momento, aunque sea en el último, nos damos cuenta y tomamos la ruta correcta. Excelente poesía, plena de figuras que conmueven y alertan. Gracias por tu encanto de palabras. Un abrazo. Antonio Cristóbal Pourrére.
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