9.7.08

Poema de Alicia Márquez


ALFA Y OMEGA

Los camalotes son sirenas
que vagan por el Paraná
y enloquecen a los barcos
que las creen islas,
persiguiéndolas eternamente
mientras ellas se alejan con sus secretos de río.
El agua empuja la canción de la tarde.
Los sauces se lavan la cabeza displicentemente.
Las manos verdes
se defienden de los remos que agitan los pensamientos.
No hay caminos que recorrer.
Sólo dejarse arrullar suavemente
por la boca líquida que cuenta historias de naufragios,
sólo dejarse llevar por la nostalgia
que siempre vuelve.
Cada vez más profunda
cuando el incendio a lo lejos
silencioso y trágico,
vuelve inútiles todas las palabras.

© Alicia Márquez

9 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Un poema donde la magia y la belleza impera.
Me encantó eso de los camalotes que son sirenas, preciosa metáfora.
Un abrazo Gus.

9.7.08  
Blogger Elisabet Cincotta said...

Me gustó mucho este poema, con suavidad navego el Paraná y de pronto la armonía se ve rota con el incendio. Efecto que repercute en el lector muy fuerte.

besos
Elisabet

9.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Alicia: espejismos de camalotes en este lindo y pintoresco poema.Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

9.7.08  
Blogger María Rosa León said...

Dejarse llevar por la nostalgia que siempre vuelve... la síntesis perfecta de tu poesía, Alicia.
Felicitaciones y un fuerte abrazo
María Rosa León

10.7.08  
Blogger ©Claudia Isabel said...

que lindo esto de que "El agua empuja la canción de la tarde"
Hermoso poema.
Un abrazo

10.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Tan tierna es tu agua, corazona
que apacigua fuegos e incendios, Marta

10.7.08  
Blogger ALICIA CORA said...

Genial amiga mía, como todo lo suyo. Te quiero mucho, un beso de Alicora

10.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Alicia, tu poema me ha retrotraído a mi Paraná, aquel de mi infancia donde los camalotes y los sauces adoraban al río oscuro y magestuoso que se iba...
Hermosas metáforas y un paisaje incomparable en tu poema que es todo un hermoso cuadro.
Te mando una sincera felicitación.
OLIMPIA BORDES

10.7.08  
Blogger Ricardo Juan Benítez said...

Alicia, con el lujurioso marco de la selva mesopotámica, juegas con el inconsciente colectivo del "mar de los sargazos"...dónde los camalotales trocan en traicioneras sirenas... me encantó.

11.7.08  

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