29.7.08

Poema de María Teresa Archina


La aurora diáfana
................... presagia
.................. un horizonte
La estación de tren,
................. un escenario
.................... de encuentros
........................ reencuentros
Los durmientes
aguardan
cantos a la vida
la llegada de máquinas

Son testigos de
................
flores que acarician .

© María Teresa Archina

6 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Y en ese arribo la magia, la esperanza.
Un abrazo Gus.

29.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Estaba pensando en algo que me pareció curioso del poema, cuando leo lo que escribió Gus. Eso me sorprendió decir encuentros /
reencuentros, no hay alejamientos y despedidas. Sólo vos Marité, que soles ver más allá, encontrás tan fácilmente la esperanza.Y eso es magnífico,mi cariño inmenso hacia vos.

Lily Chavez

29.7.08  
Anonymous Anónimo said...

María Teresa: la aurora, la estación , los durmientes, la llegada son el transporte hacia un devenir. El irse, salvo en algún momento puntual, es regreso, es abrazo, es alegría después del llanto. Me gustó, Laura.

29.7.08  
Blogger María Rosa León said...

Toda la magia de los trenes y las estaciones en tu bello poema, Mar�a Teresa. Con reminiscencias de aquel ...misterio de adios que siembra el tren - de Manzi.
Felicitaciones y un fuerte abrazo
Mar�a Rosa Le�n

29.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Marité: ¡ Bellísimo trabajo! Siempre fuí una enamorada de la llegada del tren y al perderse entre las vías- su partida- me partía el corazón si no viajaba con él.
Tienen mucho de nostalgia los andenes y también de libertad, de sueños por venir y sueños que se fueron. Son flores que acarician recuerdos de mi niñez. Gracias por tu fresca, delicada y latente pintura. Te quiero mucho. Molly

31.7.08  
Blogger Mónica said...

Idas, venidas, encuentros, despedidas... Otra vez el devenir del Camino, un tren que todos tomamos, al que bajamos, subimos, llegamos, partimos, perdemos, llegamos tarde o a tiempo, pero siempre partícipes del momento efímero...
Y las flores... maravilloso final... el presente: flores que acarician, el regalo común del Hombre.
El tiempo presente en el poema, el ahora, ya, en este momento, el HOY, único e irrepetible...
Encantador, Marité.
Mi admiración...
Mónica Griolio

5.9.08  

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