Prosa de Sonia Quevedo

CONCLUYENDO

Cuando desaparece la penumbra de su alcoba, espero regrese como sombra su presencia; más sólo percibo vacío, ausencia, dudas y nostalgia.
Siento llegar a la culpa con su cargada de silencio conocido e inquietante y me pregunto:
¿Es que acaso se han marchado los abrazos, las hadas y los sueños?
Gran confusión me complicó la vida con suposiciones; este diálogo virtual solo genera falsas conclusiones.
No fue mi día y lo esperaba, tampoco el suyo.
Lo extraño.

©Sonia Quevedo
Pintura: José Baray