Poema de Elena Cabrejas
CIUDAD SUMERGIDA
El agua fluye como un vasto tormento
entre pies acosados por las alcantarillas
con el verde execrable
que arrastra oscuros basurales
emergiendo
... como las muertes de las veredas
.... sumergidas en su asfixia final.
La tormenta se obstina descuajando arboledas
yuyales, trozos del caserío
... resistiendo al vendaval.
Amotina las aguas
azota al hombre y sus despojos
crespa sus lanzas
... como violines sin piedad.
La ciudad enajenada engullida jadeante
mira desde el orgasmo hondo de los pozos
el incendio frustrado del verano
el nauseabundo oleaje que acrecienta
el arpegio de escombros y de sombras
en el rito porfiado que "atraviesa
el puente que cimbra entre dos orillas"
........... con la misma impiedad.
© ELENA CABREJAS
6 Comments:
Gran poema/denuncia/grito Elena.
Un abrazo enorme Gus.
Tu poema es una cruda verdad que golpea el alma y mueve a la denuncia.
Felicitaciones Elena, y un cariñoso abrazo
María Rosa León
Un poema crudo de una cruda realidad.
Muy bueno
besos
Elisabet
Una belleza tu poema, real y duro pero bello.
Un abrazo
Alberto
Elena: A pesar de la dureza de esta descarnada denuncia, está el auxilio y la piedad inserta en el poema.
Víctor H. Tissera
Las "miserias del hombre" siempre pasan por las alcantarillas debajo de nustros pies y las he visto emerger como dice usted en las veredas del microcentro donde soy portero de un edificio,"miserias propiamente dichas" y de las "otras" que merodean la marginilidad,el recolector de basuras "ésas" no se la lleva
(hermoso poema señora)
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