Poema de Hebe Solves
AGUA SUBTERRÁNEA EN LA CALLE PARANÁ
En la calle donde hago las compras
una empresa misteriosa se instala como púlpito blanco
arrimado a la acera; esa máquina sorda sobre cuatro ruedas
extrae la napa subterránea de las aguas servidas
que a nuestros pies se balancea, cada mañana.
Extractores de cloacas,
agua escarbada en la succión de una manguera.
No es posible
concentrar la mañana alrededor del ruido
causado por la descarga de las aguas
junto al paso inocente de la memoria.
Traquetean las vidrieras; lo que yo deseo pesa:
un punto de granito en la corriente es el tiempo
alejado. ¿Cruzo la calle
o vuelvo de la guerra a casa?
Dos hombres enfilan hacia mí llevando a cuestas
una misma escalera de mano, horizontal,
que cuelga de los hombros.
Van a pintar las casas, las paredes. O a reponer
la luz ambigua de un farol declinante.
A medida que pasan me divido en dos:
la suma queda al otro lado, a la intemperie..
Y el asfalto se cierra sobre el agua.
Veo los vehículos enlazados unos con otros
gracias al concierto de manos que habitan la ciudad
y que terminan por tocarlo todo alguna vez
y espero:
cuando los otros
se hayan ido, como un tren que cruza la llanura,
separándonos,
entraré en mi propia madriguera y en el corredor
miraré en la penumbra mi perfil
servido en la memoria, donde me desconozco.
© Hebe Solves
3 Comments:
Interesante poema Hebe para ir más allá.
Un abrazo Gus.
"...mirare en la penumbra mi perfil
servido en la memoria, donde me desconozco." Bellísimo cierre para un excelente poema.
Felicitaciones, Hebe y un gran abrazo
Maria Rosa Leon
Has pintado la realidad, la cotidianeidad que nada tienen de poético y las transformaste en un bello poema con broche de oro. Alda Salzarulo
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