5.9.08

Poema de José Emilio Tallarico


ALBERGUES

Teníamos que amanecer así,
en el ambiente del disturbio rojo,
y suponer que el pensamiento
no se desmerecía al habitar
un artificio de fantasmas,
sino que únicamente escudriñaba
entre el vapor y el bien
de una plástica incierta.

(La obviedad de que todo
se fingiese oculto
-el azaroso cortinado,
la fragancia de esa emulsión desapacible-
regresaba a nosotros como un vínculo
celosamente consentido.)
Y el amor,
reposaba.

Desde la trama insular de la primera noche
descorrí mi caricia, agradecido.
Los espejos en la desnudez huían
hacia un susurro inabarcable.

© José Emilio Tallarico

4 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Poema para leer e ir más allá José.
Un abrazo Gus.

5.9.08  
Anonymous Anónimo said...

Testimonio muy expresivo. Alda

6.9.08  
Anonymous Anónimo said...

¡Genial, José Emilio!
Esas imágenes sensoriales que van deslizando casi fotogramas de ese espacio y en el medio, un verso sublime: "y el amor reposaba."
Una fiesta leerte.
Dr. Usted padece de talento.
Un fuerte abrazo
María Rosa León

6.9.08  
Anonymous Anónimo said...

Un singular y hermoso poema para disfrutar.
Víctor H. Tissera

13.9.08  

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