23.9.08

Poema de Judith Santopietro


El altar

c r u z
d e s i e r t o
h u i d a

Fui una y mil mujeres renacidas del plomo
Fui el grito que derraman sus ojos
en la última mirada hacia el camino

Fui todas aquella noche sorda al doblar la esquina
y sentir tamborileo en mis pasos

Después
hierros oxidados en las manos
horas lerdas

He comido el pan
y era mascar tus entrañas;
mojé tu cuerpo
en el café de la mañana
para entibiar los recuerdos;
envolví tu carne en hojas
y amortajada
reposaste en las brasas lentas
del sahumerio,
cuarteada como una ave en el cristal,
con el sabor a campos de ceniza
entre los labios.

© Judith Santopietro

2 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Poema/homenaje/grito que emociona Judith.
Un abrazo Gus.

23.9.08  
Blogger María Rosa León said...

Y en tu voz, la voz de todas las mujeres que hicieron también la historia, Judith.
Bellísimo tu poema. Felicitacions y un beso grande.
Maria Rosa Leon

23.9.08  

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