Poema de Alberto Peyrano
HOLOCAUSTO
............. Bahía Blanca, 1859 Anno Domini
La tarde que los indios navegaron sin barco
hacia un puerto que nunca muelle alguno exhibió,
ni peces ni gaviotas surcaron ese mar
sin oleaje, con rumbo al infinito, sabiendo
que ya nunca volvería la luz.
Comenzaron la marcha, cabezas inclinadas.
La tarde lagrimeaba detrás de su pañuelo
con aroma de cardo y plumas de ñandú.
El ocaso cerraba sobre las muertas pupilas
el esplendor de un tiempo que el blanco pisoteó.
No bastaron los ruegos a la diosa constante,
generosa y fructífera. No bastaron el cielo
que siempre los cubría ni el amor por las plantas
ni el temor por las aves que emigran en abril.
Otro dios soberano, más cruento que la imagen
odiosa y soslayada de una extinción final,
se apersonó en la noche reclamando el exilio.
Un holocausto rojo, después, tuvo lugar.
© Alberto Peyrano
7 Comments:
Me gustò mucho el poema querido Alberto. Ya los dos primeros versos valen todo un poema. La tarde que los indios navegaron sin barco /hacia un puerto de que nunca muelle alguno exibiò." Un abrazo.
Lily Chavez
querido alberto
por la palabra
un abrazo
alba
Alberto, este poema tiene belleza y realidad. Excelente!!
besos
Elisabet
Querido hermanico, se me paralizó el corazón cuando leí tu poema, estoy viendo como en un espejo el relato de ésta, mi tierra. Tierra de Holocausto cometido en nombre de la conquista del desierto.
Estoy viendo sin quererlo,como arden sus curpos en la plaza manchada de sangre que hoy los bahienses cruzamos,(la mayotía de nosotros ignorantes de nuestra historia). Gracias por tu homenaje a la tierra de mis hermanos asesinados.
Mi respeto a los descendientes de los nativos de este sitio, los verdaderos dueños de estas tierra a la que respetaban y veneraban, y para ti,mi admiración incondicional.
Te quiero mucho, de eso se que estás seguro como tambien se que cuentas con mi respeto eterno.
Gracias por este regalo
angie
¿Será cierto que "el mundo se mueve como debe"? ¿Qué explicación para crímenes aberrantes como éste?
Amigo Alberto, has patentizado en este poema, una verdad que no puede ser explicada ni aceptada. Cruel designio sobre nuestros hombros y en nuestra frente el dedo acusador del tiempo...
Aunque duela al ser leído, las verdades no tienen remedio...Muy bello!!!
QUERIDO ALBERTO: HAS MATERIALIZADO CON LA PALABRA ESCRITA EL REGRESO A UNA CIRCUNSTANCIA REAL DEL PASADO, DOLOROSA E IRREVERSIBLE EN SU TIEMPO. ESE HOLOCAUSTO QUE TU POEMA DESENTIERRA Y RESUCITA, PODRIA EXTENDERSE A LAS TRES AMERICAS.
MI SALUDO Y FELICITACION POR ESE POEMA RECORDATORIO.
UN GRANDE Y SINCERO ABRAZO POETICO, ELIZABETH OTERO-KRAUTHAMMER
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