8.10.08

Poema de Alberto Peyrano


HOLOCAUSTO

............. Bahía Blanca, 1859 Anno Domini

La tarde que los indios navegaron sin barco
hacia un puerto que nunca muelle alguno exhibió,
ni peces ni gaviotas surcaron ese mar
sin oleaje, con rumbo al infinito, sabiendo
que ya nunca volvería la luz.
Comenzaron la marcha, cabezas inclinadas.
La tarde lagrimeaba detrás de su pañuelo
con aroma de cardo y plumas de ñandú.
El ocaso cerraba sobre las muertas pupilas
el esplendor de un tiempo que el blanco pisoteó.
No bastaron los ruegos a la diosa constante,
generosa y fructífera. No bastaron el cielo
que siempre los cubría ni el amor por las plantas
ni el temor por las aves que emigran en abril.
Otro dios soberano, más cruento que la imagen
odiosa y soslayada de una extinción final,
se apersonó en la noche reclamando el exilio.
Un holocausto rojo, después, tuvo lugar.

© Alberto Peyrano

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me gustò mucho el poema querido Alberto. Ya los dos primeros versos valen todo un poema. La tarde que los indios navegaron sin barco /hacia un puerto de que nunca muelle alguno exibiò." Un abrazo.

Lily Chavez

9.10.08  
Anonymous Anónimo said...

querido alberto

por la palabra

un abrazo

alba

9.10.08  
Blogger Elisabet Cincotta said...

Alberto, este poema tiene belleza y realidad. Excelente!!

besos
Elisabet

9.10.08  
Anonymous Anónimo said...

Querido hermanico, se me paralizó el corazón cuando leí tu poema, estoy viendo como en un espejo el relato de ésta, mi tierra. Tierra de Holocausto cometido en nombre de la conquista del desierto.

Estoy viendo sin quererlo,como arden sus curpos en la plaza manchada de sangre que hoy los bahienses cruzamos,(la mayotía de nosotros ignorantes de nuestra historia). Gracias por tu homenaje a la tierra de mis hermanos asesinados.

Mi respeto a los descendientes de los nativos de este sitio, los verdaderos dueños de estas tierra a la que respetaban y veneraban, y para ti,mi admiración incondicional.

Te quiero mucho, de eso se que estás seguro como tambien se que cuentas con mi respeto eterno.

Gracias por este regalo

angie

10.10.08  
Anonymous Anónimo said...

¿Será cierto que "el mundo se mueve como debe"? ¿Qué explicación para crímenes aberrantes como éste?
Amigo Alberto, has patentizado en este poema, una verdad que no puede ser explicada ni aceptada. Cruel designio sobre nuestros hombros y en nuestra frente el dedo acusador del tiempo...

10.10.08  
Blogger Nerina Thomas said...

Aunque duela al ser leído, las verdades no tienen remedio...Muy bello!!!

11.10.08  
Anonymous Anónimo said...

QUERIDO ALBERTO: HAS MATERIALIZADO CON LA PALABRA ESCRITA EL REGRESO A UNA CIRCUNSTANCIA REAL DEL PASADO, DOLOROSA E IRREVERSIBLE EN SU TIEMPO. ESE HOLOCAUSTO QUE TU POEMA DESENTIERRA Y RESUCITA, PODRIA EXTENDERSE A LAS TRES AMERICAS.
MI SALUDO Y FELICITACION POR ESE POEMA RECORDATORIO.
UN GRANDE Y SINCERO ABRAZO POETICO, ELIZABETH OTERO-KRAUTHAMMER

13.10.08  

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