12.10.08

Poema de Alicia Márquez


ORDEN CELESTIAL

Ceferino, peinado con gomina,
expuesto en Italia, ante la mirada complacida de Pío IX,
porque sabía hablar en italiano.
Ceferino, símbolo de la conversión pacífica de aborígenes.
Ceferino, tuberculoso.
Ceferino, sin su madre, Rosario, obligada a marcharse con el
cacique Coliqueo.
No era bien vista la poligamia por los sacerdotes católicos, apostólicos y romanos.
Ceferino, en las fotos, cada vez más claro y menos mapuche.
Ceferino quería agradar a Dios y ayudar a los suyos.
Entonces levantaba la mirada al cielo y rezaba.
Y sufría y era bueno.
Ceferino salesiano, compartiendo con Carlos Gardel el coro.
Los curas decretaron que cantaba mejor Ceferino,
con esa infalibilidad propia de los que tienen platea preferencial con el cielo, y lo ubicaron como primera voz.
Pero después, algo pasó.
Nuevamente Ceferino volvió a ser mapuche.
En las fotos, ahora llevaba poncho y era cobrizo.
Se decidió rápidamente su beatificación.
Y se demostró entonces que el cristianismo no se impuso por
la fuerza en América.
Ceferino nunca entendió nada.
Mientras tanto su pueblo, diezmado, sigue reclamando dignidad.

© Alicia Márquez

5 Comments:

Blogger María Rosa León said...

Muy buena pintura de una historia que aún hoy nos entristece el alma y nos golpea en la memoria.
¡Felicitaciones, Alicia y un beso grande!
María Rosa León

12.10.08  
Blogger Migdalia B. Mansilla R. said...

Estupendo, sencillamente estupendo., Gracias por el retrato y la reeseña de un ser humilde y que ni supo que fue santo.

Un beso Alicia,

Migdalia

13.10.08  
Blogger ALICIA CORA said...

Hermoso,hasta en los más infimos detalles. Conmovedor hasta las lágrimas si pensamos en ese Ceferino, joven y enfermo que nos llenó de amor el alma. Un retrato muy bello de nuestro santito. Besos de Alicora.

14.10.08  
Blogger el maestro del long bow said...

interesante propuesta, nueva mirada sobre un ícono de los argentinos, y hummmm... verdaderamente creo que hace falta un revisionismo, y tu poema bien podría obrar como disparador de ello.
Te felicito.
Urrus.

15.10.08  
Anonymous Anónimo said...

Alicia, un texto fuerte, que no ignora la manipulación de la cultura aborigen, con frecuencia castigada, y una voz celestial que se erige a despecho de la hipocresía. Felicitaciones.
Abrazos

Elisa Dejistani

18.11.08  

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