Poema de Ricardo Juan Benítez
Estación Constitución
Esperaba en el andén casi desierto
la máquina arropada en vapores.
Un harapiento dormitaba en el suelo
y un gato hacía equilibrio en el riel.
Anuncian la partida del último expreso,
mientras dos niños corren por el terraplén.
Sus sueños yacen bajo montañas de cartón
efímera felicidad que huele a pegamento.
Fijo mi mirada, con cierto desdén
en dos bacantes peleando por un trago.
Más allá un hombre acomoda los diarios,
al fondo una niña ofrece favores a solitarios,
mientras un loco dialoga con la luna,
un perro busca su jauría
en el tropel que llega del suburbio.
Entonces bajo del furgón
y no me encuentro.
© Ricardo Juan Benítez
11 Comments:
Toda una descriptiva para no estar, permanecer ausente de uno mismo cuando acosa lo inmediato, atrapado en un poema con multiplicidad de lecturas.
abrazo,
d.
Ricardo: una pintura hecha de letras del día a día. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Excelente tu poema, retrato fiel de una realidad cotidiana que nos conmueve y a la vez nos llena de vergüenza y de dolor.
Felicitaciones, Ricardo y un fuerte abrazo
Maria Rosa Leon
RICARDO: Se puede "ver" tu poema y sentirlo en todo su dramático mensaje. Un beso
OLIMPIA BORDES
Muy buena definiciòn la que hizo Diana para tu poema Ricardo y tambien Olimpia, se puede "ver" tu poema y creo que tambièn sale a cada instante tus cualidades de narrador, lo que siempre digo, ese complemento que enriquece. Y muy buen cierre. Un abrazo.
Lily Chavez
Mi querido Ricardo, si supieras cuantas veces en noche de lluvia escuché y vi el teatro de lo real, el callejero de los niños paridos en los sótanos y zaguanes, en la ciudad de Bogotá.
Duele el alma y se desvanece la forma misma.
Eres enorme, poeta.
Te abrazo,
Sonia
La realidad desde tu decir, dolor y vergüenza que sacude a diario.
besos
Elisabet
Excelente poema de un narrador. La descripción es magnífica en toda su dimensión de dolorosa realidad y se vuelve metafísica en ese "no encontrarse". Un abrazo.
Jorge Luis Estrella
Ricardo: Este poema muestra gran sensibilidad. Encuentro en él una paradoja indescriptible. Estar y observar el mundo en sus vaivenes y el no estar para si mismo. Una visión hacia el otro, hacia fuera de si. Gran paradoja: yo ¿dónde me coloco en esta historia deshumanizada?
Gracias por compartirlo. Te admiro
Andrea
Ricardo: Una pintura de la verguenza argentina. Un dolor que no cesa y un grito que se quiere ocultar con la mentira de los judas.
Bravo por este descarnado poema y bravo por el poeta que lo entrega.
Víctor Hugo Tissera
Un texto conmovedor Ricardo, gracias por compartirlo. Felicitaciones, Eli
Elisa Dejistani
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