27.11.08

Poema de Paulina Vinderman




Pongo un vaso y una flor
en la mesita atestada junto a su cama,
pero él no los mira.
En realidad lo hago para mí.
La vida todavía debe ser para mí,
el viento que insiste en abrir la ventana
aún puede dejar un poema en la escudilla.
La crueldad de haber arrancado la flor
a su madre planta, para mi egoísmo -
verla morir en un escenario sórdido-
es un anzuelo limpio (carece de rencor.)

Del otro lado, la bolsa de sangre lanza
destellos azules, mal copiados, de mi flor.
Para avisarme que ella es la vida por ahora:
una paciencia de color azul.

(La lluvia que veo caer sobre los tubos
de oxígeno en el patio, también es para mí.)

© Paulina Vinderman

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

PAULINA: EL CONTRASTE ENTRE LA FLOR Y LA MESA ATESTADA ES DOLOROSO, COMO TODO ESTE POEMA QUE SIN EMBARGO MUESTRA CON FUERZA EMOCIONANTE CÔMO LA VIDA SE ABRE PASO EN LAS CIRCUNSTANCIAS MÂS ACUCIANTES. YA CONOCÎA ESTE OEMA PERO ME GUSTÔ VERLO PUBLICADO PORQUE REFLEJA CON HONDURA Y SENSIBILIDAD UNA SITUACIÔN CON LA QUE MUCHAS PERSONAS SE IDENTIFICAN .UN BESO DE IRENE

27.11.08  
Anonymous Anónimo said...

Qué doloroso, por favor.
Qué profundo y sensible.

Un beso,

Alicia Márquez

27.11.08  
Anonymous Anónimo said...

Tan bello poema que me dejó sin palabra, sólo las imágenes, una tras otra...y tu indudable excelencia poética.

Liliana Chavez

27.11.08  
Anonymous Anónimo said...

Intenso, doloroso, profundo. Como dice Serrat: "y aún tengo la vida"
Mi admiración
Alicia Perrig

27.11.08  

Publicar un comentario

<< Home