Poema de Alicia Márquez
FELIPE
Era una sombra afilada.
Era una sombra que gritaba a los mínimos
cambios del día y de la noche,
a las tormentas imprevistas,
a los suspiros, a los malhumores, a las risas, a las visitas.
Era una sombra que amaba el silencio.
Era una sombra que subía y bajaba frágilmente las escaleras
para acompañar a quien fuera, y como fuera.
No era simpática.
Tenía esa dignidad inigualable
de los que se saben honestos,
de los que no se venden,
de los que practican la autenticidad.
No necesitaba fingir afecto.
Llenaba la casa con su presencia nocturna
y adoraba la mullida placidez del sillón rojo.
Era.
Ahora le está gritando a las estrellas,
está atrapando rayos, está tratando de silenciar los truenos.
Ahora está corriendo carreras con las nubes.
Ahora no está.
© Alicia Márquez
8 Comments:
Alicia: de lo terreno a lo celestial, muy bien llevado, para este nombre que...ahora no está". Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Ali querida:
que hermoso texto, aún ante la pérdida. "gritaba ante los mínimos cambios del día y la noche" y ese ERA que pones en un verso como para bajar a tierra y aceptarlo su falta. Gus hizo lo suyo con ese sillón mullido con que ilustró.
Un abrazo.
Lily
que hermoso poema, si bien hay una perdida, es myty bueno poder expresarlarlas
Me encantó esta sombra capaz de gritar y cuestionar y me enmocionó tu forma de darle la dignidad que ni ella misma sabía que buscaba. Besos de Alicora.
Conmovedora letra querida Alicia, una reivindicación de la sombra que con la habilidad de tu pluma, has llevado a la luz. Te felicito.
Abrazos
Elisa Dejistani
Uno de mis grandes temas de escritura es la sombra, me dejó impactada este poema por lo irreal y real a la vez.
Felicidades
Clemencia Calero
Alicia, ¡qué hermoso poema a la pérdida de tu gato negro! ¡¡¡Bravo!!! Un abrazo.
Jorge Luis Estrella
Gracias a todos. Y no era mi gato negro, Jorge, era mi perro negro.
Un abrazo para todos y cada uno.
Alicia Márquez
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