Poema de Ana Guillot
yo era la pequeña
detrás del árbol, la tila
la malquerencia
en su espacio sensor
los padres
como la rosa como la espina solitaria la pezuña
yo era la pequeña
en la sala de espera de cada circunstancia
mirando de reojo
el sexo inmaculado
las costumbres
(el vientre a ras del piso
no dice lo que zumba)
(el vientre a ras del piso
esconde verborragias y placeres)
yo era la pequeña
me gustaba creerme abandonada
perversamente triste, melancólica
yo era la pequeña abrazada al árbol caudal
morada y desnuda
me gustaba creerme envilecida
(los padres se abrazan
poco
diluyen los gemidos
y el arte de cantar
son austeros sensibles laboriosos)
/ella cuece rosales aunque sea pequeña
quiere conocer
lo que duele
los picos de las aves
en su almohada
(el vientre a ras del piso es una esponja
un abrevadero de aguas)
(el vientre a ras del piso
promete vino y pan)/
yo era esa pequeña arbórea
alucinada
© Ana Guillot
4 Comments:
Ana: El asombro de una nina , su interpretación del mundo adulto, su percepción de que todo no es como ella desearía que fuera, su poco entusiasmo por vivir la vida en "sals de espera", se convierte en su deseo de experimentar la vida, aunque pueda pincharse con las espinas de la rosa.Un poema muy tierno.Saludos Irene Marks
Alucinada, como esa "pequeña arbórea". Así estoy después de leer y leer este poema extraordinario. Gracias. Mi admiración.
Alicia Perrig
Como en la fotografía que colocó Gus. Una niña que sueña, lejos de su muñeca abandonada. Bellísimas imágenes escritas con las tímidas alas del asombro. Gracias. Antonio.
David Antonio Sorbille dijo...
Magnífico poema, Ana. Es una invocación a la fantasía desde la inocencia, pero con expectativa ante lo desconocido. Felicitaciones.
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