Poema de Beatriz Schaefer Peña
El hijo
Bebió de mí. Yo fui su fuente,
la iniciada memoria,
la pureza rosada de las uñas.
Cuando nació, pensé:
“Me voy a desplegar en estas alas
............... de transparencia gris
que advierten,
desde el filo de los bordes.
Sus alas han de darme
la plenitud del vuelo que me fue negado.
Sus alas, abiertas en el sueño,
......................... rasantes del peligro”.
Después, cuando el iris de sus ojos
........................... se hizo cielo visible,
allí permanecí, como un espejo.
Nada podía quitarme ya,
............................ fuera del tiempo,
fuera de este deseo de su sombra.
© Beatriz Schaefer Peña
3 Comments:
Gran poeta es Beatriz. Me estremeció esta creación llena de aciertos poéticos.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo
Susana Lizzi
www.susanalizzi.blogspot.com
Excelente poema, Beatriz. Me conmovió mucho, como todo lo que llevo leído de tus textos.
Un beso grande
María Rosa León
Abrió las puertas de mis emociones y logró conmoverme
un abrazo
Betty Badaui
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