Poema de Alda Salzarulo
Muerte carnal.
Desciende hasta su cueva. Pozo oscuro
donde no llega el sol. Aunque pudiera
agotar en su pecho el aire puro
y beberse la luz, sería quimera
porque el ahogo triste del minero
y su cruel soledad sólo es la pena
por su afán de ser libre y su altanero
deseo de saber. Cómo me apena.
Porque un día también seré minero
buscando entre las napas de lo arcano
el soplo vertical de algún enero
que me devuelva el verde del verano…
Pero si fuera densa la tiniebla
mi sangre coagulada irá horadando
hasta abrir galerías en la niebla
y sé que volveré. No importa cuándo.
© Alda Salzarulo
11 Comments:
Felicitaciones Alda por este bello poema donde el ritmo es casi el golpe de un martillo sobre la piedra. Desafías el tiempo y las penurias con una esperanza poética y contundente. Gracias por compartirlo con nosotros.
Eduardo Chaves
¡Qué maravilla tu poema, Alda!
Me pareció ver a esos obreros, sepultados en vida a merced de los derrumbes o los gases tóxicos, que darán cuenta de su vida y por muy baja paga.
Te mando un beso grande con todo mi afecto y admiración
María Rosa León
Gracias amigos.Son reconfortantes estos comentarios. Un abrazo grandote. Alda
Muy fuerte tu poema, con melodía y pasajes duros y reales
besos
Elisabet
Gracias a todos y a Gustavo que capta el meollo del poema y lo ilustra con toda fidelidad. Un abrazo. Alda
Poema hecho con todas las de la ley y un tema dolorosamente real. Belleza y sentimiento hermanados en texto que da gusto leer a pesar de lo duro del mensaje.
Un fuerte abrazo.
Jorge Luis Estrella
Coincido con Eduardo, el ritmo del poema es inigualable. Perfecto.
Felicitaciones
Alicia Perrig
Alda:
Magníficas estrofas clásicas, en que manejas con brío el endecasílabo.
Entre la dureza de la mina, brilla la esperanza, que ilumina la vida en la tristeza; ese verso final es una síntesis estupenda:"y sé que volveré. No importa cuándo".
Saludos, Camilo
Gracias amigos.Un abrazo para todos. Alda
Alda, armonía y musicalidad en tu poema, felicitaciones. Gracias por tu lectura y comentario.
Elisa Dejistani
Gracias Elisa, un abrazo. Alda
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