21.5.09

Poema de Elena Cabrejas


POR ESO ACUSO

Sé del lodazal donde se arrojan a los inocentes
que necesariamente deberán sucumbir
en el agua de las profanaciones.

Sé de la verde náusea donde son tumbados
como blancos becerros
sobre las hierbas del cieno y el deseo.

Adivino su muda tragedia
los rituales de lujuria y jadeos
sobre la piel que olía a jazmin
antes de ser violada.

Ay sus vestiduras despellejadas
hasta el sitio de la desnudez.

Ay sus secretos develados
sobre el tambor del miedo.

A la hora en que brindan los buitres
con su pico ensangretado.

A la hora en que un nuevo Herodes
graba una sonrisa húmeda en su máscara de dientes.

© ELENA CABREJAS

3 Comments:

Blogger diana poblet said...

Moviliza.
Poema que abre todas las puertas de la angustia. Lo has manejado con habilidad extrema a pesar de lo fuertísimo del tema.
No es de esos poemas bellos Elena, es de esos poemas necesarios, como lo es siempre tu palabra.
Con afecto te dejé aquí, un abrazo,
d.

21.5.09  
Blogger Juan Carrizo said...

Tu poema trasciende los tímpanos alojándose en la dermis de la piel,deambula por el contorno de los ojos perplejos y agita las arterias de todo mi ser,tus ayes son los mios,lloramos los mismos becerros caidos
con el deseo de moler la mueca
gélida y burlona
de los Herodes malparidos (tu poema es una denuncia que llega y lleva)(poemasdejuancarrizo.blogspot.com)

22.5.09  
Anonymous Anónimo said...

¡Qué tema tan de siempre y tan difícil Elena! Es la suma y la síntesis de todas las injusticias y todas las traiciones. Y por sobre todo, en una perfecta factura, como todo lo que sale de tu pluma.
Un beso con mi afecto y admiración
María Rosa León

22.5.09  

Publicar un comentario

<< Home