6.5.09

Poema de Graciela Licciardi


Pan y manteca

todo en orden
de los ojos para afuera
arrebatos en formol
y cuentas claras

un enano enorme
se cuelga de mis brazos
y el miedo crecido con los años
juega al perverso

todavía
un aguijón acusa su ternura
en el patio atangado
bajo la infancia de parra
pan y manteca
tardes de azúcar en bicicleta
que llevó cosquillas
halagos de vecinos
y rosas aliladas
de un verano cualquiera

y en la vereda sonriente
de tus mates, padre
solcito que esta noche
me arrugó el recuerdo
para que todo esté en orden

sin embargo

el zaguán de mis ojos
se inunda por completo

© Graciela Licciardi

10 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muy bella y conmovedora tu evocación de esa edad del juego y los afectos puros, Graciela.
De antología los dos versos finales.
Felicitaciones y un beso muy grande
María Rosa León

6.5.09  
Anonymous Anónimo said...

Cuando empezó el poema no sabía que desencadenería en tanta ternura, es muy dulce y nostàlgico este poema Graciela. Un abrazo, me gustó.

Lily Chavez

6.5.09  
Blogger ALICIA CORA said...

Infancia, la etapa más hermosa -al menos para mí- de la vida. Gracias por dejerme volver a ella con tu bellísimo poema. Besos de Alicora.

6.5.09  
Blogger Elisabet Cincotta said...

Y se inundaron los míos, el corazón siempre está allí en ellos.

besos
Elisabet

6.5.09  
Blogger Unknown said...

Hola Graciela
conmovido por este viaje por la infancia al que me llevó tu poema te saludo desde Córdoba con los recuerdos comunes que tenemos. Felicitaciones. Eduardo Chaves.

7.5.09  
Blogger macedonianos en Casa Scherpa said...

cada vez más genia, gra. besos gigantes,
ro

7.5.09  
Anonymous Anónimo said...

Graciela querida:
El pan, la manteca, el azúcar, la bicicleta y el zaguán, aahh, el zaguán, y tu poema convertido en absoluta ternura, aaaaaaahhhhhhh

Jorge Luis Estrella

11.5.09  
Blogger Tony said...

Graciela que belleza, como le has dado forma a la infancia, sin velos, con tu vasta poesía de corazón abierto. Un abrazo. Antonio.

15.5.09  
Blogger Ricardo Juan Benítez said...

Hola Graciela, verás... los zaguanes inundados causaron una correntada sobre las almas a la intemperie.

16.5.09  
Anonymous Anónimo said...

GRACIELA, GRACIELITA, CUÁNTA TERNURA... CUÁNTA. Y SÍ. LOS NIÑOS TIENEN ALGO DE POETAS Y LOS POETAS, CLARO QUE TAMBIÉN SON NIÑOS. VOS ESA INFANCIA EN EL POEMA QUE ABRE LA PUERTA PARA IR A JUGAR Y DECIRTE BRAVO, ME DAS UN PEDACITO DE PAN CON MANTECA? TE QUIERO MUCHO. Y TENGO MI ZAGUÁN AQUÍ NOMÁS, TAN SÓLO POR LEERTE. MARÍA PAULA MPONES RUIZ

21.5.09  

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