10.5.09

Prosa de Juan José Mestre


EL ÁRBOL

El árbol, testigo de lejanos equinoccios, hoy se yergue en la desnudez indiferente del otoño. Sus ramas confluyen en la ribera seca y vacía -insoportable- del ser sin lenitivos. Sólo él mira el estuario donde descansarán mis huesos cuando llegue la paz del olvido. Tal vez, en alguna primavera, una de sus hojas roce mi cráneo gris, anónimo...

Poco importará. Quizás sea la única ternura que mi existencia merece y la única piedad que mi muerte recuerde el día en que los pájaros enmudezcan.

© Juan José Mestre

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hermosísimo poema Juan José, me encantó. Fuerte, una de sus hojas roce mi cráneo gris, anónimo.

Felicitaciones!

Lily Chavez

10.5.09  
Anonymous Anónimo said...

Te desmiento poeta...Habrá más que una hoja seca rozando tu eternidad. Alda Salzarulo

10.5.09  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
Conmovedor poema Juan José. Te felicito.

10.5.09  
Blogger juan jose mestre said...

Gracias Amigos por vuestros comentarios... Me honran. Un abrazo a todos.

Juanjo

11.5.09  
Blogger juan jose mestre said...

Gracias Gus por estar siempre en mis días!

Un abrazo.
Juanjo

11.5.09  

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