16.6.09

Poema de Irene Marks


KIMONO

...Cuando ellos me dijeron:
“ Préstame tu kimono”
tuve frío
Ni un recodo en la senda
ni un arbusto
El kimono se había puesto a bailar
sobre los cuerpos,
era un manto extensísimo
Me aparté
Estrellas le habían dado
lluvias súbitas
arcos
en la Ciudad de Luna y Medio
El kimono
que nunca lo planché
ni lo lavó otra cosa que los ríos
y la corriente rápida del aire.
Ahora no recuerdo los dibujos
Acaso algún dragón echará fuego
desde antiguas infancias,
acaso algunos árboles
con las ramas tan leves
tiendan sus flores púrpuras.
Acaso.
El kimono.
La piel que se fugó.
Mi lejanía.

© Irene Marks

6 Comments:

Blogger Juan Ricardo Sagardía said...

Irene:
este bello poema me hizo recordar a un viejo poema, que titule senkondai,
fue agradable leerte
mi abrazo enorme.


SANTOAMOR

16.6.09  
Anonymous Anónimo said...

Bellísima evocación, Irene.
Felicitaciones y un beso grande
María Rosa León

16.6.09  
Blogger Juan Carrizo said...

Los atavíos del recuerdo no se fugan definitivamente Irene,están ahí debajo de la piel y respiran por los poros (muy bello tu poema)

17.6.09  
Anonymous Anónimo said...

Querida Irene,
Hay un símbolo recurrente que enfatiza de alguna manera, la nostalgia, donde "un manto extensísimo" podría ser un sentimiento de separación del mundo, que busca tal vez, algún tipo de resarcimiento y purificación. Un poema excelente,digno de aquellos primeros poetas que rendían ofrendas a la "diosa blanca", te felicito.
Abrazos

Elisa Dejistani

19.6.09  
Anonymous Anónimo said...

Irene, más allá de toda consideración crítica (ojo, está muy bien escrito), tu poema tuvo magia para mí, mucha magia. Gracias.

Jorge Luis Estrella

21.6.09  
Anonymous Anónimo said...

Irene: que originalidad!!! tu poema me sugiere un proceso muy profundo, un dejar atrás, una entrega y la esperanza de la flor nueva, transmutación, renacimiento.Experiencia que recreaste con singular belleza.
Un beso grandote, María Chapp.

27.6.09  

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