Poema de Mary Acosta
LLAMADA PARISINA
Cultivó perlas doradas en sus delicadas manos,
dibujó estrellas fugaces en sus cristalinos ojos
y onduló sus caderas al rítmico paso de las olas.
Su esencia descamada
danzaba sobre alfombras de orquídeas
cuando las hechizadas caricias del Sena
sedujeron su muerte.
Ciega, triste y sola penetró en los sortilegios de la nada,
y hoy la noche besa su cuerpo en París,
en romance con la luna.
© Mary Acosta
5 Comments:
Bello poema, bellas imágenes y como siempre, encontrarte y leerte es una fiesta, Mary.
Un beso grande
María Rosa León
Placer leer este poema que posee la melodía del dolor
Besos
Elisabet
El poema tiene un preciosismo que lleva a leerlo varias veces. Encantador, Mary.
MARITA RAGOZZA
Mary: como siempre fantástica tu poesía. Maravillosa. Un abrazo. Antonio.
Muy bello tu poema Mary, te felicito. Gracias por tu lectura y comentario a mi poema.
un abrazo
Elisa Dejistani
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