Poema de Rubén Vedovaldi
"EL ÓXIDO SEMBRÓ CRISTAL Y NÍQUEL"
............................................F.G.L.
El óxido sembró cristal y níquel
en la ciudad cerrada y solitaria.
Dudé entre abandonarla o seguir yendo
hacia ninguna parte. Por su sangre
dejé correr la vida y mientras tanto,
traté de fabricarme un espejismo
que el óxido y el níquel rechazara
y el cristal retuviera para siempre.
Pero la insurrección de los colores
se ahogó en el borrador de mi proyecto.
Cuando pude mirar, entre la niebla,
ví en las esquinas grupos de silencio,
y sombreaba las casas mi tristeza
porque todo era muerte y sólo muerte.
© Rubén Vedovaldi
4 Comments:
Desolador paisaje al que llegaremos y tu palabra lo anticipa
besos
Elisabet
De alguna manera vos y yo hemos cristalizado el silencio y sus diversos ángulos en los que siempre pierde la palabra que no se detiene y continúa invencible.
Es buena tu palabra escrita.
Con mi abrazo,
d.
Fabricarse un espejismo frente al triunfo total de la muerte. Terrible gran poema. Felicitanos a los que nos atrevemos a leerlo sin suicidarnos. A vos te felicito por la valentía de escribirlo.
Un abrazo.
Jorge Luis Estrella
Excelente tu soneto, Rubén, desde ese título que evoca la elegía genial de Lorca y se proyecta en la tuya.
Aplausos de pie y un fuerte abrazo
María Rosa León
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