Poema de César Cantoni
24.06.05
(Ayer vino mi madre)
Ayer vino mi madre muerta a visitarme.
Vino vestida de entrecasa, con su gastado delantal a cuadros,
que colgaba de un gancho en la cocina.
No preguntó por nada ni por nadie. Simplemente,
quería saber si todo se encontraba en orden:
las camas tendidas, los cuartos ventilados,
las plantas podadas y con agua...
De paso, me recordó que la felicidad no dura,
que el amor es triste y duele demasiado
y que, al final, sólo queda arreglárselas como se puede.
También me dijo que no comiera dulces
y, sobre todo, que me cuidara del invierno,
que, en invierno, el viento suele ser traicionero en las esquinas.
Después, cuando la tarde agonizaba,
salió a la calle, saludó a los vecinos como de costumbre
y se fue con su escolta de ángeles indulgentes.
Sí, ayer vino mi madre muerta a visitarme.
© César Cantoni
3 Comments:
Ternura que en la melancolía nos habla de la madre ausente, que puede ser la de todos nosotros, que igual puede pasar por nuestras lágrimas y que César Cantoni transforma en magnífico poema...
José Manuel Solá
[Puerto Rico]
La muerte no cambia a las madres. Excelso poema. Felicitaciones.
MARITA RAGOZZA
Hermosa esa imagen final de la madre saludando escoltado por los ángeles. Todo el poema pura bella nostalgia. Bravo.
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