Poema de Juan Lucas Pantaleón Andrín

El último orejón del tarro.

..........A los pibes de villa tranquila
..........y al padre Tulio.

Allá, en la ribera,
a orillas del margen de la hoja,
esta lluvia violenta que golpea,
a los que algunos despierta nostalgias, tristezas,
no es más que agua que viene, arrasa y enferma.

Allá en la orilla,
entre enfermedades venéreas,
pastorea Rocinante y espera por su dueño,
quien eligió morir allí,
entre el laterio y el hambre que abunda.

Allá, en la punta del planeta,
sobre el margen desnudo de la hoja,
ayudando al Atlas,
estará Jesús, Claudio, Ezequiel, monachi,
con los mocos por la pera,
enfermando sus pulmones,
pagando con sus existencias,
el agua, el gas, los créditos
de los muchos burócratas de turno.

Mientras algunos cuantos,
(anhelando la eternidad más miserable)
versifican a la lluvia,
o se quejan del paraguas y la oficina,
allá, bajo la luna salada que arde,
en los renglones blancos,
el agua,
debe estar haciendo barro de la tierra,
y yo acá,
con las manos llenas de libros que no entiendo,
escribiendo bajo la luz segura,
como un tonto.

Allá, en el último orejón del tarro,
meta faso, meta fierro,
meta tango, meta cumbia,
es más fácil irse que quedarse,
y para colmo dios,
y para colmo la lluvia.

© Juan Lucas Andrín