Poema de Mónica Palla/Daniel Marino
dado el primer canto el cielo engaña y muere
y un susurro arcano recita inconcebibles encuentros
del hombre con el hombre.
se escuchan los gemidos de los ateridos huesos que despiertan.
hembra hombre.
inconcebible nacimiento. inconcebible libertad.
respiras cercano los temblores,
inocente cómplice de pánicos,
solitario, marginado.
cada gota de aire del océano universo
es sobreviviente latido en tu cuerpo plegado.
el hombre es desesperada intemperie.
cuando la tierra nace su hogar es cueva de montaña colapsada.
su cabeza no inclina su cansancio en el lecho del reposo.
su corazón late osado desgarros y partos.
su espalda se parte y transforma
quebrada la gravedad en gracia.
habrá de estarse yendo siempre sin partir.
y a un tiempo será centro en el blanco.
la tierra sonríe. hembra nacida. blanco donado.
© Mónica Palla/Daniel Marino
2 Comments:
Me gustó mucho este poema, los dos versos ante últimos lo marcan.
besos
Elisabet
"HABRA DE ESTARSE YENDO SIEMPRE SIN PARTIR" que bueno!
saludos
anahí duzevich Bezoz
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