Poema de Carlos Roldán
el amor que entonces no dolía
se abría como el crepúsculo y su oro nocturno
con sus voces que no llegaban a formularse en palabras
con el radiante esplendor de la vida hecha obsesión
y trago
el amor que entonces no opacaba su cristal
de ceremonia indemne
oh vos y yo revolviéndonos
en el fuego del paraíso siempre como una espera mayor
oh vos y yo
sin saber del tiempo que asesina
era dulce y áspero y llano y montaña
y curva delicia y arcoiris de luz
todo todo resplandecía aún
hasta enceguecer y gritar
dame más dame más dame
todo el resto sin fin
el amor que entonces era luz en tormenta
me daba fuerza y canción al volver
alto crepúsculo y su noche era juego
que cruzar sin pavor
una voz que crecía
aún sin palabras
y creía contenerlo todo
y me habla la memoria
del viento
© Carlos Roldán
12 Comments:
Buenísimo Carlos
desolación de lo que no se mantiene
como era
hermosas metáforas que dicen
¿Y el viento?
desde graciela
la partida del amor, desgaste, desolación en un muy buen poema.
Besos
Elisabet
David Antonio Sorbille dijo...
Un poema es también un dolor que clama por todo lo que se llevó la memoria.
Plasmas con tus versos la soledad que deja el amor ido.
Triste, pero realidades de la vida. un cariño
Con un poema erótico como este cómo no van a quedar nuestras voces friamente opacadas.
Sensiblemente, Fanny
Preciosidad cada uno de tus versos!!!!. Por el momento, no quiero enterarme que hay verbos en pasado.Que nada me arranque del deleite!!!!
Los dos versos finales, amigo, obligan a la relectura de la nostalgia hecha escritura.
Un buen poema.
Pere
un amor que no duele porque duele, duele la sensación perdida...el amor nos hace rebotar entre lo simple y lo complejo...
Me encantó leerte.
Un abrazo
Hola Carlos
quiero remarcar este talento tuyo para nombrar los sentimientos graves que deja el amor cuando deja de ser. Poesía pura.
Eduardo Chaves
"...la vida hecha obsesión y trago..."
Excelentes imágenes, excelente poema.
Leerte siempre es una fiesta, Carlos.
Un gran abrazo desde la distancia y hasta que volvamos a vernos
María Rosa León
Bellas imágenes del amor que pasó, querido Carlos. Un gusto leerte.
Un abrazo
Analía
Carlos, en cada imagen o sendero de este poema se siente el vigor de una pasión plena... el viento la hace vibrar al soplar el recuerdo.
Me encantó!!
Un enorme cariño.
Mirna Celis.
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