Poema de Rubén Vedovaldi
A MI CUERPO
el cuerpo nace a la luz de la luna
en la niebla
............... en un beso de sol
crece de madre o carece de padre
duerme en su cuna o lo siembra el rocío
viaja
..... enhebrado en el viento en la lluvia
el día del amor
todo es superfluo menos ese amor
crece
el tiempo surca su luz y su sombra
le arruga el horizonte
le sopla olvidos
................ temores y ausencias
abrazado con alguien
o mendigando amor en cada esquina
está solo en la vida y en la muerte
© Rubén Vedovaldi
posted by Gustavo Tisocco at 11:58
10 Comments:
Rubén: cuánta vida carga el cuerpo! Sombras y luces laten y viven en este "cuerpo de palabras" y revelan su arquitectura interna.
Bello!!
Un gran cariño.
Mirna Celis.
El día del amor todo es superfluo menos ese amor
....
Vaya forma de decirlo que has encontrado en ese arrugar del horizonte que contempla extasiado tu escritura.
Te abrazo,
d.
Estar solo en la vida y en la muerte... ¡Muy fuerte y conmovedor, tu poema, Rubén!
Aplausos y abrazos
María Rosa León
Me hizo recordar un poema de Salvatore Quasimodo: "Cada uno está solo en el corazón de la tierra traspasado por un rayo de sol. Y de pronto, anochece"
Bello y profundo tu poema.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Hola Rubén, muy logrado tu poema. El final requiere de una lectura más profunda, una relectura, para gozar de sus matices.
Queridísimo amigo que tanto extraño
Cuánto dolor y soledad arrastra el cuerpo
tristeza marcada en este profundo poema
que se queda conmigo
desde graciela abrazo
Realidad y crudeza, muy buen poema.
besos
Elisabet
Conmovedor.Me dejó pensando. ¿Cómo articular ese punto irreductible de soledad que nos habita en los actos más enormes de la vida como nacer o morir, con los otros del amor?.Tal vez la poesía en la vida sea una vía para la construcción de ese lazo que nos abrace y nos salve.
David Antonio Sorbille dijo...
El poema cumple con un itinerario vital que se asume hasta en las contradicciones que nos rodean. Te felicito Ruben.
Una gran mayoría de los poemas de Ruben me dejan muda. En éste, hay un palpitar en el día del amor, donde todo lo demás se convierte en superfluo.
MARITA RAGOZZA
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