Poema de Carlos Roldán

memento o rezo
en tono regular como quien teme
que mundo no siga con su curso
decía cuando vengas si vinieras aún
si de entre las sombras se abriera como tajo el día
si de entre murmullos
se me viniera tu voz hecha mi nombre
si acá estuvieras
en una isla que arde su fulgor inesperado
por no saber decirte
e ignorarlo todo
como los torpes ebrios
contaría por ejemplo
que era como hoy septiembre
y la vida pugnaba con su fuerza insensata
y el ciruelo hacía galas
y el zorzal ponía la rosa viva
de una cuerda canora en los árboles del alba
y por los altos pinos
una pizca de luz
y luego el día y su mañana y tardes antes vértigo
altamente pesadas
y yo como un obseso
por detener el vértigo
reiteraba tu nombre
reiteraba
el intento
de detener la ausencia

pobres los que parlan
por carecer de cielo
los nosotros
que parlan
y creen que se vence
el silencio

© Carlos Roldán
Foto: Gustavo Tisocco