Poema de Moni Munilla

PLAZA MÍA

Yo te necesito para ser de nuevo
la niña de soles que jugó en tu suelo.
Traigo los recuerdos y en mi paso siento
que vuelven conmigo los que ya se fueron.
Tanto que las luces alumbran el cuento
de siestas eternas en el árbol viejo;
caben en mi asombro sus ramas tendiendo
puentes infinitos protegiendo miedos
de una valentía que se fue perdiendo.
Antes, indefensos, bastaba la audacia
de enfrentar espectros alzando las armas
©por siempre inocentes de aquel pensamiento.
Llamo por sus nombres a los que supieron
ser, en ese tiempo, mis fieles armeros.
Los busco entre sombras, evoco sus rostros,
¡Ah, la tiranía de saberlos lejos!
Dame plaza mía tu aire de infancia,
dame que me cruzo a jugar la ronda
y canto bajito hasta que vuelvan ellos.
¿No ves que me duele el alma por dentro
al verte tan quieta sin niños corriendo
y toco mi risa todavía latiendo
en tantos rincones de tu añejo suelo?
Dame de tu cielo, la luna bajando
por aquellas ramas que trepé sin miedo,
dame que te abrazo con las manos sucias
y busco en mis bolsillos, el gozo de entonces
para que tus soles enciendan recuerdos.
¡Vuelve en mi la infancia que se hizo de sombras
al cerrar los ojos mi fiel escudero!

Sentada en un banco, yo siempre lo espero.


©Moni Munilla
Foto enviada por Moni Munilla