Poema de Aldo Novelli
Abeja Reina
Poemario en permanente elaboración dedicado a ella
16
“no hay límites
no hay límites”
susurra una voz en la habitación
me esfuerzo
la oscuridad es impenetrable
“sus ojos
sus ojos deberían verse
como una gata salvaje”
potente y ciego
me entrego al deseo
la mujer que me cobijó
no tenía ojos
el resplandor
fuiste vos
en el espeso líquido de mi alma.-
© Aldo Novelli
12 Comments:
no tiene ojos, no tiene mirada; que triste mujer...
deseo ciego, mujer sin ojos.
tristeza absoluta.
notable novelli
josè luis visconti
Mujer resplandor... ¡Qué bella imagen, bien novelliana!
Aplausos y abrazos
María Rosa León
Es lo que imagina el poeta. Es válido su sentir. Así la ve.
un cariño
el deseo... siempre ..el que nos lleva en la bùsqueda...
cwie
Eso es el deseo, un resplandor. Ay, pero cómo quema. Sin embargo, hay que andarse con cierto cuidado (o atenerse a las consecuencias) porque las quemaduras siempre dejan cicatriz. (¡vivan las cicatrices!)
Abrazos
Alicia Perrig
Poema que deja mucho librado a la imaginación del lector aunque, sin lugar a dudas, el que manda en el texto es el deseo. Un fuerte abrazo, poeta.
Jorge Luis Estrella
aldo
bello tu poema,
en una síntesis atinada que lo dice todo sin decir.
con cariño
victoria
cosquin
Aldo:
Cuántas imágenes.
Fue tanta su belleza, que lo llevó a experimentar la oscuridad total; la silenciosa pasión y lo salvaje; cerrando los ojos para ver completo el resplandor de su felino.
Precioso poema.
Sonia
miauuuuu novelli miauuuuuuu
Un gusto leer este poema, Aldo, en el que prevalece la imagen, cierto colorido erótico, que no conocia en tu poesía, hermano patagónico.
Silvia Loustau
Dolida Claudia, inevitable José Luis, constante María Rosa, mi querida Marta, recordada Nerina, comprometida Alicia, inimitable Jorge Luis, laboriosa Victoria, apasionada Sonia, la bella gata salvaje que maúla en mi interior, y la cumpa Silvia, a todas, a todos, quiero decirles: "que yo solo vengo a ofrecerles mi corazón".
Gracias.
aldo.-
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