13.1.10

Prosa de Sebastián Olaso



.....................................................Somos
tantos, y estamos tan solos, que no es posible explicarlo en otras frases. Todas estas cruces deslucen la visión y crecen como llagas, como las llagas que han sido, como estas llagas que son en la guerra de la carne. Nuestros gritos aturden el paso del dolor, que con su mal se acrecienta y se aturde y se acrecienta y se aturde con el ritmo de un alud. No es un caleidoscopio, y sin embargo son giros que repiten sus colores.
"Que se haga la palabra", dirá el enviado de los pueblos, y su mandato se habrá cumplido al mencionarlo. No es más que un hombre al que le han salido bien algunas cosas. Y bañados de rosarios, los cristos crearemos su iglesia.
Habiendo tantos, tantos mundos, en el nuestro se construyen las cruces del error.

© Sebastián Olaso

8 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Sí señor.
Absolutamente profundo.
Y tan real, que duele.

Un abrazo así de grande.

Alicia Márquez

14.1.10  
Anonymous Anónimo said...

Qué decir de tu prosa Sebas!! Esa profundidad conectada con lo real, con el sentimiento puro. Otro más de tus bellos trabajos. Un beso amiguito.

Angularmente
Lily Chavez

14.1.10  
Blogger María Laó said...

No estamos tan solos.
A veces, sólo a veces, hay una mano dispuesta. Y ojos que ven.
Como ahora.

14.1.10  
Blogger Laura García del Castaño said...

Pero tu cruz no es un error, es una poesía que arrastra, única. Sos de lo mejor que leo a diario. Gracias Sebastián.

15.1.10  
Anonymous Anónimo said...

Muy bueno y tan cierto
pero siempre en la búsqueda

desde graciela abrazo

16.1.10  
Blogger Juan Ricardo Sagardía said...

Seba:
en soledad somos un solo grito, y el eco del dolor nos hace muchos a causa de todos loa que llevamos dentro, pero no haya lagrgrimas que no sequen.

SANTOAMOR

17.1.10  
Anonymous Anónimo said...

¡Muy bueno, Sebastián!
Aplausos y un gran abrazo
María Rosa León

21.1.10  
Anonymous Anónimo said...

Sebastián, tus palabras siempre duelen, porque te duele la vida, como a tantos nos duele. Y a veces, buscando un alivio, nos encontramos con más dolor. Un día seremos libres de verdad, sin dolor, sin lágrimas, libres como las aves. es un consuelo.

29.1.10  

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