8.1.10

Prosa de Sonia Quevedo


SIN TIEMPO

Pasó la noche soñando con la Barbie que nunca tubo hasta llegar la mañana cargando gotas de sangre. Sangre de su “parcerito” cuando entrada la noche le cegaron la vida los miembros de otro “parche,” al enfilar los cuchillos y detonar la metralla con fuerte olor a explosivo.
Pasó la noche llorando sin lágrimas y sin comida, porque la nota la daba, la mala hierba o la “pepa” retorciéndole las vísceras y descuadrando neuronas.
Pasó sin sentir el tiempo en soledad silenciosa; sin juventud…que no tuvo; sin hijos por falta de un vientre, sin hermanos ni sobrinos, sin madre que abandonó en desespero, y un padre que no la quiso.
Pasó la noche soñando con su Barbie desplazada, con su vientre hecho pedazos y los abrazos perdidos por una bala certera y un cuchillo en el pecho.
Solo catorce añitos tiene ahora que la mala llega después de ser penetrada desde los once o los diez, soñando con su muñeca a la que nunca abrazó.
Hoy, no tiene “parcero”, a la madre ni la mira, a su padre persigue como fantasma perdido. Y a su hermana y sus sobrinos, ha borrado como a“ñeros” cuando se desata un “brinco”.

© Sonia Quevedo
Foto: Gustavo Tisocco

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Querida Sonia, cuánta fuerza tiene este poema y cuánta realidad de mujeres silenciadas desde la infancia. Crecen y se refugian en sueños para sobrevivir la crudeza que las persigue desde su despertar.
Extraordinario!!
Un enorme beso.
Mirna Celis.

11.1.10  

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