3.2.10

Poema de Cristina Ramb


Herida de ocaso

Luce la tarde su color de herida
un pájaro muestra su espalda en la distancia
algo late tenue
semejante al miedo
a reloj sin pausas.
Evado la nostalgia
la sutileza del tiempo para empañar los ojos
el recuerdo que llega a mostrar la impotencia.
Esto que corroe
arrastra ese nombre del pecho a la lengua
amordazo entonces la palabra al cuerpo.
No le doy cabida
le quito el sonido, la esencia, el impacto.

La tarde ha mutado a un carmín intenso.
Vuelvo a ser silencio.
Lo que en mí vibraba lo vacié en su boca
bordeaux como el cielo
abismo o desgarro
puñalada, coágulo, ausencia, imposible.

Luce la tarde su color de herida
sabe mi herida su color
tan tarde.


© Cristina Ramb

11 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"Luce la tarde su color de herida"
Un primer e impecable verso para saber que el poema es imperdible.
Sabe mi herida
su color tan tarde.

Era evidente que terminaría igual de bello. Mi admiración Cris

Lily Chavez

3.2.10  
Blogger Laura García del Castaño said...

Genial Cris!, y encima sangra...
Un abrazo.

4.2.10  
Anonymous Anónimo said...

Cristina,
una letra sanguínea, conmovedora, en la que late un dolor persistente, coagulado tal vez en la ausencia.

Elisa Dejistani

5.2.10  
Blogger Adriana said...

Hermoso mimetismo entre el ocaso y la herida del yo lírico. Muy bellas imágenes: es como una pintura expresionista. Gracias. Un abrazo. Adriana Maggio

5.2.10  
Anonymous Anónimo said...

aplaudo con alegría este poema tan maravilloso
itzela

5.2.10  
Blogger Leonor Mauvecin said...

Ya he leído este poema anteriormente y he quedado herida de belleza Un abrazo Leonor

5.2.10  
Anonymous Anónimo said...

Que poema!!!
Digo como Lily
hermoso principio
excelente final
desde graciela abrazo

5.2.10  
Anonymous Anónimo said...

me gustó mucho este poema, un saludo enorme
Shirley V

7.2.10  
Blogger Unknown said...

Bello poema Cristina, lleno de imágenes de honda melancolía y profundo sentido. Estos sentimientos que afloran en tus textos nos tocan el corazón con el filo de un cuchillo. Quien te lee se queda luego con esta especie de cicatriz que conmueve. Muy bueno. Eduardo Chaves

7.2.10  
Anonymous Anónimo said...

Cristina: poblado de imágenes y colores tu poema, cada verso se tiñe de una suave melancolía.
Bellísimo.
Un beso enorme,
Mirna Celis.

15.2.10  
Anonymous Anónimo said...

Excelente cierre para tu excelente poema, Cristina.
Felicitaciones y un beso grande
María Rosa León

18.2.10  

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