Poema de María Elena Tolosa
Presentí el rubor en mi rostro.
Me di vuelta
y escuché respirar.
Supe de la profundidad
de sus ojos en mi espalda.
Pude estallar
y callé como una flor tímida en la mañana,
como la libélula que custodia sus arpegios
como el grito del geranio
liberando el perfume
para derramarlo en sus manos.
© María Elena Tolosa
11 Comments:
Muy bien descripta la situación, te fui siguiendo María Elena, como si fuera él y como si fueras vos.
Un abrazo.
Lily Chavez
¡Qué hermoso es este poema, María!
Tiene tanto erotismo y tanta tristeza. Mi admiración, amiga querida.
Abrazos
Alicia Perrig
Bellísimo. Un canto al amor y al pudor. Un beso. Adriana Maggio
esa maravillosa intuición que tenemos innata para presentir el amor,¡maravilla de expresión para comunicarlo!
Abrazo, (ahora que conozco el envase)
Anahí Duzevich Bezoz
"/ como el grito del geranio /liberando el perfume para derramarlo en sus manos"/ hermosa imágen, de alto vuelo poético. Te felicito.
un abrazo
Elisa Dejistani
Digo como Adriana
bello poema al amor y al pudor
desde graciela abrazo
Hermosas imágenes, se presiente el momento.
abrazos
Elisabet
María Elena, un poema delicado y bello, como bella es la emoción y el momento del encuentro. Me gusta tu poesía, disfruté tu libro entero.
Mi cariño,
Juany Rojas
Grande, Maria Elena! Es un poema bello, fuerte conmovedor. Mi cariño de siempre, Fabiana
"...Pude estallar, y callé como una flor tímida en la mañana..."
Bellísimas imágenes, bellísimo poema, María Elena.
Aplausos y besos
María Rosa León
María Elena
sensual y triste
me encantó
desde graciela abrazo
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