Poema de Luis Benítez
EN EL MUSEO DE ADENTRO
recuerdas amor mío el largo adiós
subdividido las innumerables salas como siglos
como millones de años cada vitrina absorta
y en el centro de donde emanaba la extensa arquitectura
el dinosaurio
enorme la fiera extinta
la cabeza más grande que el cuerpo
el bocado feroz todavía tendido hacia la carne
asimismo evaporada
los cónicos dientes las fauces en el solo hueso
como la crueldad de dos que se aman
y se hieren profundamente en una frase
un gesto debajo de la apariencia de inmovilidad
debajo de los huesos debajo del alma
el gran animal insomne que reina todavía
pasea por nosotros el reptil tan hondo
y tú y yo callamos
ante el conflicto escamoso
que arrastra su cola amarga
por ese jurásico escondido
tan suyo fue como nuestro es
aquel pantano
es este
malignamente te amo
malignamente te espera esta carne desnuda
que el tiempo no evapora
porque sabe que vence a la fauce
indefensa
© Luis Benítez
5 Comments:
Un bello canto de amor y esos recuerdos evocados en el "museo de adentro".
Felicitaciones, Luis y un gran abrazo
María Rosa León
Mis felicitaciones, estimado Luis; un trabajo muy logrado, con un ritmo atrapante.
Me saco el sombrero. Gracias por compartirlo.
saludos cordiales
Cristian Gentile
Muy buen poema. Y muy creativo.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Los museos tienen algo misterioso, algo acunado en el tiempo que invita a otear su paisaje. No siempre encontramos alegría, muy a menudo nos envuelven con un tul sepia.
Tu poema tiene todo eso, misterio, paisaje y sepia. Un placer leerte.
Besos de Alicia Cora.
Querido Luis, alta poética para esa visión del amor encarnado mas allá de los huesos. Vive todavía el ancestro animal en todos nosotros que pretendemos relegar la ferocidad, o el amor, a ciertos museos.
Un gran abrazo
ab
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