19.5.10

Poema de Luis Benítez



EN EL MUSEO DE ADENTRO

recuerdas amor mío el largo adiós
subdividido las innumerables salas como siglos
como millones de años cada vitrina absorta
y en el centro de donde emanaba la extensa arquitectura
el dinosaurio

enorme la fiera extinta
la cabeza más grande que el cuerpo
el bocado feroz todavía tendido hacia la carne
asimismo evaporada

los cónicos dientes las fauces en el solo hueso
como la crueldad de dos que se aman
y se hieren profundamente en una frase
un gesto debajo de la apariencia de inmovilidad
debajo de los huesos debajo del alma
el gran animal insomne que reina todavía
pasea por nosotros el reptil tan hondo

y tú y yo callamos
ante el conflicto escamoso
que arrastra su cola amarga
por ese jurásico escondido
tan suyo fue como nuestro es
aquel pantano
es este

malignamente te amo
malignamente te espera esta carne desnuda
que el tiempo no evapora
porque sabe que vence a la fauce
indefensa


© Luis Benítez

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Un bello canto de amor y esos recuerdos evocados en el "museo de adentro".
Felicitaciones, Luis y un gran abrazo
María Rosa León

19.5.10  
Anonymous Anónimo said...

Mis felicitaciones, estimado Luis; un trabajo muy logrado, con un ritmo atrapante.
Me saco el sombrero. Gracias por compartirlo.
saludos cordiales
Cristian Gentile

19.5.10  
Anonymous Anónimo said...

Muy buen poema. Y muy creativo.

Un abrazo,

Alicia Márquez

21.5.10  
Blogger ALICIA CORA said...

Los museos tienen algo misterioso, algo acunado en el tiempo que invita a otear su paisaje. No siempre encontramos alegría, muy a menudo nos envuelven con un tul sepia.
Tu poema tiene todo eso, misterio, paisaje y sepia. Un placer leerte.
Besos de Alicia Cora.

25.5.10  
Anonymous Anónimo said...

Querido Luis, alta poética para esa visión del amor encarnado mas allá de los huesos. Vive todavía el ancestro animal en todos nosotros que pretendemos relegar la ferocidad, o el amor, a ciertos museos.
Un gran abrazo
ab

28.5.10  

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